- 13/08/2018
- Postado por Câmara Mexicana
- Categoria: Eventos, Sem Categoria
Por Carlos Arroyo
Diretor de Novos Negócios na Softtek Brasil
13 de agosto de 2018
Creemos que vivimos en un mundo conectado, pero en realidad estamos solo en el comienzo de la época de híper-conectividad. En los próximos 10 a 15 años seremos expuestos a periodos de conectividad explosiva, una revolución dispersa liderada por todos y por nadie, que cambiará desde la forma en que nos comunicamos y vivimos nuestras relaciones humanas hasta la forma de hacer negocios y la forma que lideramos.
En este mundo futuro de conectividad digital dramáticamente amplificada, lo que pueda ser distribuido será distribuido, lo que pueda ser destruido y recreado, será reformulado; viviremos en un camino de continua complejidad, caracterizada por disrupciones cada vez mas rápidas, de mayor escala y de mayor impacto.
Las nuevas generaciones, vivirán en una realidad mixta, con filtros digitales continuos que crearán su realidad. La constante para ellos será vivir en un mundo ‘on-line’, al contrario de las generaciones anteriores donde la vida era ‘off-line’, y la entrada al mundo digital, solo se daba cuando necesario. Este tipo de vida de realidad mixta ofrecerá redes de interacción continua, todo el día, todo el tiempo, dando acceso a información virtualmente siempre disponible e ilimitada.
Las decisiones en las empresas serán mucho mas distribuidas y no más centralizadas. La jerarquía organizacional no solo será descentralizada, sino multilateral. Las estructuras firmes de las empresas darán espacio a estructuras en constante mudanza, vivas, como los organismos sociales que son.
Cualidades como visión, coraje y humildad, seguirán siendo la columna vertical de liderazgo en las organizaciones, pero este futuro requerirá de nuevas características que permitan transitar en el nuevo escenario mundial:
- Disciplina sin control para dar un orden al caos de la disponibilidad ilimitada sin enyesar el ambiente;
- Colaboración neural para distribuir el conocimiento, aquello que funciona y lo que no funciona;
- Perspectiva sistémica para poder aprender de todo y de todos, construyendo una visión integral de la realidad;
- Clareza empática para hacer la incertidumbre de la disrupción algo tolerable, inclusive transformar esta complejidad en algo motivacional.
Acompañar esta mudanza de paradigmas implicará reformular el pensamiento tradicional de ver los desafíos. Nunca es tarde para acompañar el cambio, comenzar con la aceptación de la nueva realidad es el primer paso, el siguiente montar la onda colaborativa de disrupción colectiva y el último, darse cuenta de que este cambio solo está comenzando.